Dicha Ley adapta la regulación española sobre protección de datos al reciente Reglamento europeo de protección de datos.
Introduce una novedad importante: la garantía de los derechos digitales, una segunda regulación dentro del propio texto.
Una de las novedades más importantes es que con esta Ley se amplía a Internet la exigencia y aplicación de los derechos y libertades reconocidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales. Asimismo, garantiza una mayor protección de la intimidad de los ciudadanos, cuya privacidad está mucho más expuesta en la sociedad digital.